5 mitos sobre los Primeros Auxilios Emocionales (PAE) en el trabajo — y cómo desmitificarlos



Contexto real: Cuando la presión sube y la incertidumbre se alarga, el malestar emocional no se queda en la puerta de la oficina. Afecta al foco, a la colaboración y a los resultados. Los PAE ofrecen una respuesta temprana, humana y práctica para cuidar a cada trabajador y al negocio.
Mito 1: “PAE es terapia o diagnóstico clínico”
Realidad: PAE es apoyo inmediato y humano: observar, acercarse en privado, escucha activa, validar y orientar a recursos. No sustituye a la psicología ni psiquiatría. Su propósito es contener y derivar cuando corresponda. Micro-acción: ten a mano una tarjeta con los 6 pasos PAE y úsala en conversaciones de 10–15 minutos (encuentra los 6 pasos en nuestra edición del 20 de agosto).
Mito 2: “Sólo sirve si hay una crisis grave”
Realidad: PAE es, sobre todo, prevención. Permite detectar señales tempranas (caída de concentración, aislamiento, irritabilidad) y actuar antes de que el problema escale. Micro-acción: incluye un check-in emocional de 2 minutos en tus 1:1; si detectas señales, activa PAE y acuerda un seguimiento breve.
Mito 3: “Hablar de emociones quita tiempo y baja el rendimiento”
Realidad: Lo que baja el rendimiento es no hablar cuando hay malestar. La ansiedad y el estrés sostenido afectan el foco, iniciativa y asistencia; atenderlos a tiempo recupera productividad y reduce ausencias. Además, equipos con seguridad psicológica colaboran mejor e innovan más. Micro-acción: ante un bloqueo, usa la fórmula “He notado… / ¿Cómo puedo ayudarte hoy?”, acuerda un micro-ajuste (prioridades/plazos) y registra solo lo imprescindible.
Mito 4: “PAE es cosa exclusiva de RR. HH.; los mandos medios no deben meterse”
Realidad: Los mandos medios son el primer eslabón para detectar señales y ofrecer contención básica. Con formación breve en habilidades socioemocionales, su impacto es enorme y positivo para cada trabajador y para el equipo. Micro-acción: práctica escucha activa y validación (sin juzgar)
Mito 5: “Hablar de esto es arriesgado por confidencialidad o ‘abrimos una caja de Pandora’”
Realidad: Con protocolos claros (límites de confidencialidad, registro mínimo y derivación), PAE es seguro y cuida a todas las partes. Las políticas explícitas y la comunicación transparente reducen el estigma y aumentan el uso responsable de los recursos. Micro-acción: explica siempre los límites (“si hay riesgo, debo pedir ayuda”), acuerda próximos pasos y protege la privacidad; el objetivo es cuidar, no investigar.
Señales que justifican activar PAE (recordatorio rápido)
Cambios bruscos en ánimo o trato, dificultad de concentración, procrastinación, ausencias, aislamiento, irritabilidad, bloqueos o evitar reuniones/presentaciones. Si dudas, activa PAE: mejor temprano que tarde.
Los PAE no “ablandan” la operación; la hacen sostenible. En épocas de alta presión, forman parte de la gestión del riesgo psicosocial y del rendimiento sostenido. No necesitas títulos clínicos: necesitas presencia, escucha y un buen protocolo para cuidar a cada trabajador y a tu equipo.